martes, 23 de diciembre de 2008

Shhh






En sus más altas cumbres,
la poesía parece todo exterior,
cuanto más se retrae más pierde sentido





Escribo porque no tengo motivos para no hacerlo, pero tampoco tengo motivos para hacerlo. La maldita dicotomía extranjera sugerirá la insuficiencia del texto, del poema, de la novela, de una autobiografía innecesaria e incompleta. Si dejo de escribir cumpliría la profecía posmoderna de poblar como silencio, como nada. Si escribo sobre las tablas más finas, los papiros más pesados, las níveas más exactas, será inútil renombrar las cosas, resignificarlas a cada golpe de pluma. ¡Tanto tarda Babel en construirse de nuevo! El silencio es como la muerte, hipnotiza. Sin embargo, es la inescrutable fuerza que lo crea lo que también nos otorga la vida. Nos abre ese rumbo infatigable, impensable, forjado por delirantes corceles. El tajo septentrional que nos arroja la delta del vacío.

Rimbaund calló temprano, bajó de su afable Barco ebrio para no subir jamás. ¿virtud o pecado? La desaparición, casi espontánea, de publicaciones no significa, remotamente, la pérdida de esa necesidad, de ese, como decía Poe, “pueril desbordamiento de versos”. La palabra como precisión: sine qua non del verso.

Rimbaund no era un hombre civilizado. No inventó una filosofía que justificara el aberrante progreso del melancólico París decimonónico. Aceptó, con la cabalidad de un borracho, su decrepitud espiritual a los 17 años. Fue un poeta salvaje, obligado a la bravura de sus instintos, aristócrata melancólico, adicto a los enervantes y al ajenjo, fiel a la genealogía de sus vicios, hombre que, si no fuera por sus retruecos poéticos, la bendición de su silencio hubiera sido completa.


¿Qué decir? ¿Cómo decir?

El lenguaje, según Huidobro, es “la masa poética”, el material, dirían los desafortunados formalistas. ¿Qué tanto tiene de cierto aquello de que el lenguaje es exclusivo de la comunicación y que es inútil para la poesía? El lenguaje de los caprichosos infrarrealistas (así, en minúscula) no debe ser usado para la poesía. ¡Qué razón tenía Ionesco! Tanto hemos escudriñado el lenguaje y sus significados y significantes, tanto hemos ejercido lo automático de su forma... Hemos, con mala intención, aberrado la razón primera, consignada ésta por Jehová en Babel. Nos hemos acostumbrado al neologismo bastardo, a la vendimia entre idiomas, a la falsa resignificación y adaptación. El desuso no es un mal oncológico que debemos extirpar; es, quizá, la parte saludable de nuestro sistema, que hemos decido satanizar.

Rescatar la situación es tarea de los incautos y de los falsos profetas. El vacío es la forma más exacta de infinito. El infinito de Alquié: “el tiempo que aprehenda todos los tiempos”. Sin embargo y con él, lo eterno y lo infinito son creaciones que describen y significan, exclusivamente, dentro de sí. Lenguajes únicos que se forjan dentro de sí mismos. El infinito es un espacio donde discurre y ocurre lo eterno. La representación gráfica de un sistema de ecuaciones diferencial, es un trazo apenas asible para la velocidad de la vista. Es un zarpazo que deja una estela en una densidad de aire calculada. Esta ecuación no se lograría en un vacío ya que la ráfaga debe romper las barreras del polvo. ¿El vacío es la utopía matemática? ¿Cómo calcular el vacío? El vacío es como cualquiera forma, las ecuaciones que deducen en su forma son infinitas, sin embargo la fragilidad de esa línea infinita se descompone. El silencio y el vacío no son una ausencia, son un exceso. El infinito es algo que ocurre en el silencio, en el exceso.

domingo, 30 de noviembre de 2008

DILUVIO

Nadie preguntará por mi
no doleré más
nadie extrañara el granizo que soy;
te regocijarás por eso.
Al final del día caeré
sobre el techo de tu casa
que imagina tumba de secretos
haré eco con millones de voces
silencio cuando agua me refleje en tu espejo.
Seré fresca aguasangre
Agazapándome en los rincones.
Me llamarás plaga
aun así me beberán
los perros en las copas
Me volveré lodo.
Las mañanas serán más largas
y nadie preguntará por mi.

lunes, 29 de septiembre de 2008

qué más da si está mal escrita, qué más da si le faltan comas, puntos, puntos y comas, si hay erratas,qué más.

Manuel, otra vez. Ya, manuel, cálmate, no tires por la borda todo. Manuel, por favor, no estás tan solo como dice el espejo. NO estás tan mal como lo dicen tus manos. NO , manuel. Además, estás donde te mereces, al filo de la navaja. Ahí, en lo más oscuro de este cuarto donde nada se oye. No, manuel, ya no. Por favor, entiéndelo, volviste a caer. Irresponsable, flojo, drogadicto, despreciable. ¿cuántas personas quieres que te lo digan? otras 10, otras diez quieres que te digan lo horrible que eres, lo despreciable y abominable que resultas? Rencor. Sólo eso. La fascinación del moribundo, la peste de la carroña. Por qué diablos no me mate aquel día, ese día que pude y no llegué. por qué la vida me regala más segundos de escalofriante oxigeno. Ya no, manuel, ya no lo necesitas.
Manuel, de anda sirve la conmiseración, la maldita conmiseración.
Perdiste, ahora, sí, para siempre. Nadie vendrá, nadie, como aquella vez, sólo llegó ella, pequeña, indefensa, tenía 8 años. Nadie, nadie sabrá que lo hiciste.
Manuel, adiós, amor. adiós corazón de tiza, adiós tan oso de felpa, tan de nadie, tan no de dios.

martes, 9 de septiembre de 2008

Humo. Capricho XI

¿Me pediste que te escribiera algo?, ¿o fue mi imaginación?

Pienso en la respuesta, ¿sabrás que te escribo?
No tengo nada que decirte:

Me disculpo, no podría no hacerlo.
Por las flores que no te di. Pero siguen siendo unos insectos casi invisibles
por mi manía de no decir tu nombre. Por guardarte como
la lápida que se sostiene entre mis manos
Perdóname, niña, por no decirte jamás que somos el uno para el otro.

Al irte yo dejé de tener esa mirada tan fija e infinita e profunda e bella
ahora suelo usar anteojos de cristal soplado
tu nombre fue prohibido en mí nuevo vocabulario
cayó en desuso, como mis manos en tus hombros.

En el rostro me han aparecido verrugas, grandes como las nubes, como tu ausencia
Mientras te fuiste, coleccioné teléfonos que no existen, nombres que nadie podía pronunciar
tequieros con sabor a nicotina.

Mientras te fuiste dejé de caminar.
me cansé de saber la ruta
de saber los adoquines y sus partituras
Perdí el folio , mientras te fuiste, hablé con mamá, le conté de ti.
Y la muerta es franca visita entre las 6 y las 9 de la noche.
¿me das tu hora?



Mientras te fuiste
escribí una novela que habla de ti. Una novela larga, como el olvido.
Empecé un poema, uno que no habla de ti, ni te sugiere.
Retomé la palabra de Dios y la puse en mi cabecera
actué en una obra donde el sol era el protagonista
cobro mis honorarios con recuerdos.


Mientras te fuiste
Dejé de fumar
Mientras te fuiste
Me quedé
Mientras me quedé
Amé a otras mujeres.

martes, 19 de agosto de 2008

Capricho X. Soledad


La migala discurre libremente por la casa, pero mi capacidad de horror no disminuye.
Juan José Arreola, “La migala”.




Suave y con gracia se pasea por la habitación
con esa precisión que le da no estar borracha.
Me mira. Se toca.


Roza la pared con sus dedos níveos y
rechina los dientes en la almohada.
Astuta, embustera.


Tiene una vajilla con su nombre
Mientras desayuna un trozo de mí, escucha a Rooster Frost.
y su escándalo levanta los vecinos.
Ruidosa, tragona.


Camina entre las paredes de mi cuarto
me espera por las tardes con un buche de café
amargo, como ella,
que pasa las tardes leyendo insoportables levedades e inmortalidades
infame como yo sin ella.


Llega la plutónica veleidad, y ella está de nuevo recorriendo el pasillo.
¿Direlo? ¿Te amo?
Le diré que su presencia me arrulla en las madrugadas,
que el escándalo de sus pasos es la sinfonía más dulce
que sus dientes son los agentes de Gabriel
y que ya no me siento solo desde que ella se mudó conmigo
amarga, astuta, embustera, ruidosa, escandalosa
como yo.

domingo, 3 de agosto de 2008

Ser poeta no es un logro (o el poema abandonado)



Y recordé el poeta de los cadáveres zurdos

Y recordé un tú, Edmundo, de exquisitos malsabores

¿eres tú el de los poemas de Ella?

Imaginé que no sabías que eras tú, un saltimbanqui

Un hombre que viene en procesión

un libro con bisagras de latón


Tú, rabo de piedra, armado de tinta hasta los dientes

marchando hasta la tumba.

Ser poeta no es un logro

Ser Edmundo no es un logro, tú.


Eres un sincero fanfarrón

Un farsante que sabe los versos de Becerra

que cita en las juntas y tertulias

a los cisnes más tristes de la noche de alas.

Ser poeta no es un logro, laureado trovador

Pensé en la rima a/b/b/a y en los endecasílabos

“sin mí, sin vos y sin Dios”


Pensé en lo grotesco del poeta tirado en los cafetines

En el fondo de la taza

[que se retuerce entre comitivas de porcelana blanca

¿Eres tú, Edmundo, Poeta de erratas?

Ser poeta no es un logro, Edmundo.

es una condena.

miércoles, 23 de julio de 2008

El doctor Elizondo, el profesor Moriarty y el doctor Kristalo

Podemos confiar en nuestros científicos porque nos ayudan a encontrar el camino a través de la distancia cercana;
pero para el más largo trecho del futuro habremos de depender de los poetas.

Tendremos que aprender a interrogarles más estrictamente ya escuchar con más cuidado.

Un poeta es, después de todo, una especie de científico,

pero dedicado a una ciencia como la literatura en la que anda es mesurable.
Lewis Tom

Jamás me había ocurrido y menos con Salvador. Decidir los temas, de esta presentación, el de mi tesis, el de algún artículo. Nunca me había pasado. Ahora, que leo de nuevo algunos cuentos vuelvo a la idea que siempre me persigue. El hambre de inmortalidad, esa sed de permanecer eterno. De detener el tiempo, y no dejar que avance con su bastedad y con su olvido.
Miguel de Unamuno decía en Del sentimiento trágico de la vida en los hombres y en los pueblos, es deber “adentrarme en la totalidad de las cosas visibles, extenderme a lo limitado del espacio y prolongarme a los inacabable del tiempo", adentrarse sí, para constituirse en las perturbaciones que se generan en “los demás”. Sigue Unamuno, “Es el desenfrenado amor a la vida, el amor que la quiere inacabable, lo que más suele empujar al ansia de la muerte”. Borges habla de la eternidad: “…empezaré por recordar las oscuridades inherentes al tiempo, misterio metafísico natural, que debe preceder a la eternidad, que es hija de los hombres”. Alquié nos dice que la eternidad es el tiempo que aprehende el tiempo, un tiempo de tiempos. Sin embargo, Elizondo no se vale de artilugios para maniobrar en la eternidad y en lo infinito. Es a través de lenguaje, de poesía, de literatura, y sorpresivamente, de ciencia. Sí, de Ciencia.
Elizondo, en su autobiografía, publicada en 1966, nos dice que durante la filmación de su película, entró en contacto las imágenes “que representaban el extraño mundo científico el siglo diecinueve” le gustaban, “no tanto por su cientificismo entusiasta, sino por los caracteres extrañamente mágicos que se veían aparecer en esos grabados nítidos y tortuosos que ilustraban las revistas científicas de la época”. Elizondo relaciona las formas y diseños de la amputación y de la anatomía con algo mágico, una especie de iconografía asida al mundo de los símbolos chinos. A partir de ahí, la amputación se volvió tema central de su primera novela, Farabeuf, y un a obsesión que marcará toda su obra. Pero no sólo la anatomía y la medicina llamaron la atención de Elizondo, sin duda, la tecnología y sus posibles avances, así como la ciencia ficción, formaron en el escritor un horizonte donde se pueden trazar muchas directrices.
Volvamos a su autobiografía. Elizondo asegura que
el poeta, o es un hombre que se enfrenta a la eternidad momentáneamente, en cuyo caso vive o concreta, mediante el lenguaje, imágenes o sensaciones, o bien eterniza el instante viviendo las imágenes o las sensaciones, o bien eterniza el instante viviendo las imágenes olas sensaciones en el lenguaje
En otro momento de la autobiografía anuncia que “al final de cuentas, como escritor, me he convertido en fotógrafo; […] Creo que, después de todo, que la insinceridad, que es la emulsión sobre la que esas imágenes se eternizan […]” Existe de manera declarada una obsesión por eternizar la imagen. Por detener, a través del lenguaje, el paso del tiempo. El lenguaje como un catalizador que se resuelve así mismo, pero que en él, y a través de él, se consigue la eternidad. Ya lo mencionó el bueno de Unamuno, el lenguaje es la única forma de extendernos y prolongarnos en lo inacabable del tiempo, volvernos un tiempo con todos los tiempos. La eternidad es hija del hombre nos dice Borges, es la creación del ser humano, como el lenguaje.
En Farabeuf, se asegura que “la fotografía es un recurso para alcanzar la inmortalidad”. En el periódico unomásuno, en 1977, también declararía que “la fotografía es en el tiempo lo que la geometría es en el espacio y la poesía, en cualquiera de sus expresiones, en el lenguaje: lo más cerca que podemos llegar a la verdad”. La fotografía, porque detiene el tiempo, lo vuelve estático en un instante. La geometría porque mide con una ambigua precisión, y la poesía porque es el empleo de las palabras en su más puro significado, en su sonido, en su forma, escansiada o no, la poesía es producto de una conciencia del lenguaje. De nuevo, Elizondo nos plantea mundos paralelos, casi simétricos entre la poesía y la ciencia.
¿Pero, todo esto qué tiene que ver con la ciencia? Elizondo en un poema nos anuncia, con ironía y cierta malicia, esta relación


I
Si una o varias fuerzas obran/ sobre su cuerpo a la vez/ guardarás el equilibrio/ aplicando al mismo punto/ una fuerza equivalente/ pero en sentido contrario.
II
Si varias fueras se aplican/ a un mismo punto del cuerpo/ en direcciones opuestas/ guardarán el equilibrio/ aunque pierdan el sentido.
III
Si el cuerpo está en equilibrio/ lo conserva aunque le apliquen/ otras fuerzas que a su vez/ se equilibran entre sí.


Obviamente, si hacemos una descripción gráfica de este poema, resultaría un sistema vectorial en una línea en el centro, que según las fuerzas, declina sobre un costado, sin embargo, el equilibrio interno, que da solides a la vida, es inquebrantable, y ninguna vector, por más doble que venga, podrá sacar de su perfecto centro tantas cosas.
En “Grünewalda o una fábula del infinito” (El retrato de zoe y otras mentiras, 1969). Elizondo se apoya en el método matemático algebraico para contextualizar y resolver los conflictos del cuento. Desde el principio, en el epígrafe de Bertrand Russell nos anuncia que “las matemáticas usan una noción que no constituye la de las proposiciones que la consideran. De tal suerte, la nombramos la noción de verdad.” En todo el cuento aparecen vértices y aristas que nos explican la relación entre la geometría y la gramática, entre lo infinito-fractálico y lo eterno-filosófico. Uno de los personajes que aparecen es el Doctor Kristalo y su laboratorio quirúrgico-matemático, este personaje interviene, quirúrgicamente a Grünewalda para que el tiempo no sólo que no pasara pro ella, para mantenerla joven, eterna, sino para que los que ya pasaron por ella y dejaron sus ineluctables marcas, desaparezcan. Pero, el narrador pregunta “¿cómo puede se posible? Sólo en el mundo de los números que es el mundo significante de este mundo significado por ellos.”. El doctor Kristalo manipula el tiempo, lo detiene, lo congela, a través de un proceso matemático y quirúrgico que, en el cuento, otro profesor se encarga de explicar a través de un sistema de sustitución algebraica. Elizondo, a través de un doctor, detiene el tiempo, pero condena a Grünewalda, que no sólo pierde el amor de su amante, ya que, a pesar de mantenerse joven, se mantiene fría, congelada, inmutable. Elizondo advierte que la manipulación del tiempo, del viaje hasta sus entrañas es una empresa que requiere no sólo del avenamiento del científico, sino del escritor que pueda, a través del lenguaje, y en el caso de este cuento, de los números que sirven para dilucidar formas geométricas, someter al tiempo y ponerlo detrás del cristal. ¿El doctor Kristalo era un poeta?, al menos encontró, como dice el narrador, la conjunción entre la Geometría y la Gramática. Además, el experimento-operación al que es sometida el personaje principal, pone en relieve el papel de lo imposible, y el imposible, en relación con en el infinito, según el narrador, es olvido. Y el olvido es más tenaz que la memoria, nos decía el Dr. Farabeuf. Tan tenaz que nos obliga, a través de la escritura a delinear nuestros recuerdos, como el mar moldea los contornos de la orilla.
Existe otro cuento que también nos ejemplifica con claridad esta obsesión de detener y congelar y manipular el tiempo. “La luz que regresa” (Camera lucida, 1988). En este texto aparece otro científico, otro profesor o doctor, el profesor Moriarty. Este científico, a la usanza de los viajes en el tiempo de la ciencia ficción, inventa un aparato diferente: la cámara de Moriarty o cronostatoscopio.
Camera Lucida es, quizá, el volumen donde mejor se muestra esta dicotomía Literatura-Ciencia. La relación entre la escritura como un experimento que nos permite alcanzar la inmortalidad y los artilugios tecnológicos y científicos que los personajes de Elizondo inventan para postergar la muerte, para manipular el tiempo.
En “La luz que regresa”, Moriarty, inventor de la cámara de Moriarty, explica la función de su máquina. Nos dice que "El tiempo es un sistema de cintas que corren en diversas direcciones y diferentes velocidades... es posible mediante mi invento pasar de una a otra, aumentar o disminuir su velocidad, detener su marcha, regresar su curso...", todo esto con electrones y iodos antitiempo. Cuando describen la máquina de Moriarty nos dicen que es un “enorme paralelogramo translúcido”. Moriarty, para demostrar que su invento funciona, hace un ejercicio de prueba "Guiándonos por la luz del cometa que apareció en aquellos días y del que hablan todos los historiadores, intentaremos retroceder dos mil cuarenta y un años hasta tal fecha como la de hoy, los idus de marzo, del año 44 antes de Cristo...". Para intentar detener el terrible asesinato de Julio César. Cuando la máquina comienza a funcionar, Moriarty le dice a sus espectadores: “Et nem at nel yum or ep od da sap le ai ca ach ram ne enop es ay” De nuevo el lenguaje es el que guía y manipula el tiempo, lo detiene y lo corre hacia atrás. Observaron todos la terrible infamia con Julio César. EL profesor Moriarty decide intervenir en la historia, llegar, como personaje, al pasado. Un presente que irrumpe un pasado. Sin embargo, como nos dice en un principio, es más fácil prever el destino que escapar de él. Moriarty, nos dice el narrador, murió sin poder viajar al futuro. El narrador, de manera socarrona, nos dice que todo esto ocurrió en los años noventa, el libro lo están leyendo en los años ochenta. El viaje en el tiempo y el lenguaje, aquí, cumplen con el mismo proceso de eternización. La escritura condensa el tiempo, presenta pasado y futuro, todos los tiempos el tiempo. Y el viaje, como lo anuncia Unamuno, es la manera de prolongarse en el tiempo, ir y venir, detenerlo, incluso.
Elizondo, quizá el único eterno de los escritores mexicanos no está preocupado por la vacilación de los problemas locales, ni por la antelación de los pueriles cortes de la novela tradicional que experimentan los compañeros de generación. Elizonodo, como Borges, como Joyce, como Beckett, como Proust, está pensado en el tiempo, en la memoria que lo guarda y en la escritura que lo vuelve inmortal. Es un científico de la palabra, un loco como Moriarty, como Kristalo. El escritor que experimenta con el signo como si se tratara de la fórmula alquimista más preciada. Sin duda, la vocación de crearse, de nombrarse y de hacerse aparecer en sus textos como escritor, científico y profesor, no es más que una manera de lograr evadir el paso del tiempo, quedar para siempre, no entre formol y partículas, sino entre tinta y papel.

lunes, 21 de julio de 2008

Homenaje a Salvador Elizondo en la UAM-I



Miércoles 23 de junio, en la sala Manuel Sandoval Vallarta, Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, a las 16:00 hrs.

Presentación de la película
Apocalipsis 1900 (1965),
de Salvador Elizondo y Luís Buñuel



También el documental
El extraño experimento del profesor Elizondo (2007),
de Gerardo Villegas



Ponentes

Dra. Luz Elena Zamudio
Universidad Autónoma Metropolitana

Gerardo Villegas
Pleroma ediciones

Iván Hernández Tolentino
Universidad Autónoma Metropolitana

Efraín Amador López Ruiz
Universidad Autónoma Metropolitana

Manuel Edmundo Meza Coriche
Universidad Autónoma Metropolitana

jueves, 29 de mayo de 2008

Capricho VIII. Olvido.



Capricho VIII. Olvido.


El árbol se paró como el sepulcro

de esta paz que huela a ruina

del silencio níveo de la marea.

Parado frente al mar, susurro

esa melodía que no he parado de cantar

esa cantata melancólica que me hace recordar.

Mi pueblo me olvidó

me volví una roca que el mar golpea.

mar de olvido

que se come poco a poco mi carne, hasta desaparecer

como un insulto

como un recuerdo amargo.

Me pueblo ya no es el de antes.

Ya no es de piedra el ataúd

ni de luz la cripta

ya no leo en el epitafio

“aquí yace aquel que olvidó su patria”

Ahora dice con letras de alto relieve

“El mar golpea las rocas del que quiso olvidar”

Entonces, Dios, dime

por qué dices que me conoces

dime de dónde salió el polvo

con el que me cubres.

Por qué está hecha la ruina de recuerdo

y el polvo de boronas de olvido

¿Fue tal ventisca aquel “no me acuerdo”?

¿Fue tanta orilla extranjera?

Este silencio se apodera del campo

y va llenando todas las ventanas cercenadas

las puertas derruidas hechas nada.

mi pueblo ya no es el que era

quedó, con la nostalgia de los días,

hecho ruinas.

El árbol se paró como sepulcro

de esta tierra abandonada

a la ira del olvido

Mi pueblo me olvidó

y ahora soy un grano de azufre

sobre la marea blanca que arrastra

los restos de mi cuerpo y de mi pueblo.

martes, 27 de mayo de 2008

9 CECIL

El comité Organizador me pasó la convocatoria. Hace un año nos tocó, a la banda y a mí, organizar este asunto, este año promete para estar suave.

La Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa, en colaboración con la Coordinación de la Licenciatura en Letras Hispánicas y la Coordinación del Posgrado en Humanidades, Línea Teoría Literaria, convoca a todos los estudiantes e investigadores de literatura a participar en el IX Congreso Estudiantil de Crítica e Investigación Literarias (CECIL) cuya sede será la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa, los días 3, 4, 5, 6 y 7 de Noviembre del año en curso.

Podrán participar estudiantes de licenciatura y posgrado en literatura o disciplinas afines (Letras Hispánicas, Estudios latinoamericanos, Letras clásicas, Letras modernas, Filosofía, Literatura dramática y teatro, etcétera) que puedan aportar nuevas herramientas a la crítica literaria. Bajo las siguientes

·BASES

Los interesados podrán enviar sus ponencias a partir del 15 de febrero y como fecha límite el 10 de octubre de 2008.

• Deberá enviar su ponencia en archivo adjunto, a la siguiente dirección electrónica: uam9cecil@gmail.com

• La extensión máxima de las ponencias deberá ser de 9 cuartillas (incluyendo bibliografía) y la exposición de ésta no deberá exceder 15 minutos.

• En formato Word, tipografía Times New Roman, a 12 puntos, interlineado doble.

• Los trabajos deben incluir, en el cuerpo del mensaje, los siguientes datos:

-Nombre completo del interesado

-Institución de procedencia

-Fecha de envío

-El archivo anexo deberá tener el mismo nombre de la ponencia

-Deberá especificarse, además, si el ponente requiere material para la presentación (pantalla, proyector, etcétera). .

• Todas las ponencias deberán tener un aparato crítico coherente y sólido.

Las líneas temáticas del IX CECIL serán, en términos generales, las siguientes:

• Literatura Medieval

• Literatura de los Siglos de Oro

• Literatura Latinoamericana y Española de los siglos XVII al XVIII

• Literatura Latinoamericana y Española del siglo XIX

• Literatura Latinoamericana y Española del siglo XX

• Literatura Latinoamericana y Española del siglo XXI

• Teoría Literaria

La respuesta a los interesados será enviada después de diez días hábiles a partir de la fecha de recepción (misma que será anunciada junto con la notificación de que la ponencia fue recibida en un correo de vuelta). El costo de inscripción para ponentes es de 50 (CINCUENTA) pesos (MONEDA NACIONAL); y el de las constancias de 25 (VEINTICINCO) pesos (MONEDA NACIONAL), para los asistentes que la requieran.

Asimismo, la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa y el IX Congreso Estudiantil de Crítica e Investigación Literarias invitan a todos los creadores a participar en el IX Concurso de Creación Literaria y II Concurso de Ensayo Literario. El cual se llevará a cabo dentro del marco del IX CECIL bajo las siguientes

BASES

CREACIÓN LITERARIA

• Podrán participar todos los escritores de narración breve (relato, cuento, crónica y minificción) y poesía que estén adscritos a alguna institución educativa.

• Las obras deberán enviarse a la dirección de correo electrónico: uamcecil9@homail.com en un archivo adjunto cuyo título debe ser el nombre de la obra firmada bajo seudónimo. En otro archivo adjunto, incluido en el mismo mensaje cuyo nombre deberá ser “datos personales”, deberán enviarse los siguientes datos: nombre completo, institución de procedencia y teléfono local.

• El tema de las obras será libre, pero deberá ajustarse a los siguientes requerimientos:

-Las narraciones breves no deberán tener una extensión mayor de 10 cuartillas a doble interlineado, en formato Word, con tipografía Times New Roman, a 12 puntos. Su lectura en voz alta no deberá exceder 15 minutos.

-Los poemas -o conjunto de poemas- (no más de 5 y con un tema unificador) – deberán tener una extensión máxima de 7 cuartillas, en formato Word.

CONCURSO DE ENSAYO

Podrán participar todos aquellos escritores de ensayo literario que estén adscritos a alguna institución educativa, en cualquier disciplina. .

• Las obras deberán enviarse a la siguiente dirección de correo electrónico: uamcecil9@gmail.com en un archivo adjunto (cuyo título debe ser el mismo de la obra) firmado bajo seudónimo. Dentro del mismo mensaje, el concursante deberá incluir otro archivo adjunto (cuyo título será “datos

personales”) con los siguientes datos: nombre completo, institución de procedencia y teléfono local.

• El tema del ensayo versará sobre algún texto literario y su relación con otra disciplina. Deberá ajustarse a los siguientes requerimientos:

-No deberá tener una extensión mayor de 15 cuartillas a doble interlineado.

-En formato Word, con tipografía Times New Roman, a 12 puntos. Su lectura en voz alta no deberá exceder 15 minutos.

Serán premiados, en una ceremonia especial previa a la clausura, los tres primeros lugares de narración breve, poesía y ensayo literario; en ésta, se dará lectura en voz alta a los textos ganadores. El jurado estará integrado por especialistas en cada uno de los géneros. El Comité Organizador notificará a los ganadores diez días hábiles antes de la fecha del congreso y también informará de la fecha de premiación.

Los casos no previstos en esta convocatoria serán resueltos por el Comité Organizador a través del correo correspondiente.

Atte. Comité Organizador del IX CECIL

Universidad Autónoma Metropolitana

Congreso Estudiantil de Crítica e Investigación Literarias IX CECIL

martes, 6 de mayo de 2008

Justo y necesario.

Este adiós no maquilla un hasta luego
Este nunca
no esconde un ojalá
J.Sabina.

En verdad es justo y necesario.

Te digo, mujer, que no sé si esta carta llegará algún día a tus manos.

He pensado mucho en el último día que te vi, en la coartada perfecta que me inventé para salir corriendo del cuarto. Esta vez, mujer, no inventaré coartadas ni pretextos, sólo estas palabras que saben tanto a tus besos que puedo sentir el vaho de tu esencia mientras pongo alguna coma o un punto; sin emb
argo, te digo Adiós, esta vez, lo juro, para siempre. Para no volver a tus tranquilos brazos, a tu amable y cariñoso abrazo que, por idiota o por sensato, decidí dejar solos aquella tarde de primavera.
La mala intención de estas palabras , Rita, no va más allá de decirte cuánto te amé; la forma arrebatada de quererte sobre todas las cosas, Amarte a pesar de mí mismo, de tu historia, de mi pasado, a pesar de la aventura que tuviste con uno de mis mejores amigos. Rita, te amé, como dice Sabina, "por encima del deber, del placer y el sufrimiento".
Cuántas veces , noches me pasé pensando en tu venida, en tu vuelta. Volviste. Volví. Cuántas veces, sin quererlo, te dediqué pares de versos, un sin fin de palabras que poco a poco se las fueron comiendo los gusanos y los celos. Tus malditos celos. Es que Rita, amor de mis amores, fuimos tan grandes y poderosos que la virtud era un asunto de idiosincrasia y no de virginidad. Fuimos, durante casi tres años, un collar de perla
s árabe: cuenta a cuenta, como lágrimas, se fueron rodando por debajo de la cama.
Te amé Rita, a pesar de que tú no me amabas. Me amaste aún cuando yo no te amaba. ¿recuerdas cuando no me amabas? ¿por qué no me amabas, rita? ¿pensaste, alguna vez, que al final de los finales yo no te amaría? ¡Ay, Rita! ¿dónde voló aquel primer "te amo" que nos juramos una 13a noche de septiembre en aquel hotel de paso, de nuestro paso, de nuestro hotel? Se fue volando. Como mis ganas de ti, como tus ganas de mí. Rita, te amé con tanta libertad, porque no sé amar de otra manera. Te amé con tanta honestidad que no recuerdo, exactamente, qué día se fue todo al carajo.
Te pongo en este mismo sobre la foto de nuestro invierno en las montañas, la encontré el buró de mi cuarto en la casa del viejo. Si ese buró hablara... Ahí donde terminaba tu rop
a interior, la mía; mis camisas, tus blusas; los condones que nunca usábamos, el escándalo del celular que jamás contestamos.
Te digo adiós, por fin. No como la última mañana en que me hablaste y me dijiste "Adiós, mi Manuelo" y callé como si alguna letra pronunciada me hubiera arrebatado el habla o porque, simplemente, no tenía más nada que agregar. Adiós, mujer furioso pétalo de sal. Me voy con libertad, en tanto la soledad no me persiga, a pensar en el futuro.

No sé, Rita, si algún día tengas este papel en tus manos. no sé si el cartero que encargue esta carta no sea un Panza cualquiera, mi Dulcinea desencantada. Sino llega a tus manos, algún feliz chismoso te dirá a grandes rasgos lo que yo te escribo con detalle. Adiós, Rita. Que bueno que nos vamos con nuestro amor a otra parte.Que bueno que todavía me recuerdas, que bueno que aún no te me olvidas. Espero que para este momento, casi al final, cerca del punto final, próximo al último clavo de ese ataúd de sueños que se formaron con mentiras y con fe, tengas todas tus pestañas; porque, como te lo prometí alguna vez, hoy que me voy, me quito un par para ponerlas en el sobre.

No vuelvas, amor. Si lo haces no hagas ruido, no hagas sombra, que yo estaré dormido con el nuevo, como tú lo fuiste, amor de mi vida.

lunes, 28 de abril de 2008

Peor para el sol

me han traído hasta aquí tus caderas
no tu corazón
Joaquín Sabina, "Peor para el sol"

¿me quieres?-preguntó él
Lo suficiente-respondió ella mientras lo besaba
-Suficiente... ¿para qué?-espetó mientras soltaba su mano
-Para quererte más-mientras se negaba a soltarle la mano.

Cuando las caderas tiene forma de corazón, y el corazón ya sólo piensa en esas caderas... amigos, estamos perdidos.

martes, 15 de abril de 2008

Si me mencionas....

Escrito en 2001, después de salir de mi primera clase de filosofía en la prepa. Ese día la conocí.


SI ME MENCIONAS

Si me mencionas...

en tus sueños,

en tus borracheras,

entre tus recorridos

en la carretera del placer,

en ilusiones tuyas todas,

o con las lágrimas

[refrescando tus recuerdos

¡me extrañas!

Si me mencionas...

en tus guerras,

en el fondo de una platica morbosa,

cara a cara con el espejo,

entre un nido de áspides

devorándose una a otra,

mientras deshojas mi

nombre en la ventana

corazón infame

me odias.

Si me mencionas...

con indiferencia,

entre ciertos desplantes

[de aguda flojera,

con bostezo y nombres manipulados,

con una mano limpiando la memoria,

y en las nubes no...

recuerdas mi rostro

¡que me encierre el alacrán!

en una bóveda mortuoria,

blanca, tersa manchada en soledad.


No me olvides,

No me perdones,

No desperdicies tu tiempo

recordando ...

Que olvidarme tienes Que

martes, 1 de abril de 2008

Otoño de mentiritas


Escrito en el otoño del año 2002, en el camión que me llevaba a Tuxtla Gutiérrez, Chipas, México.


Otoño de mentiritas


Dices que miento,

¿no es verdad?

que engaño,

¡no tanto!

dices que la mirada no parpadea

...¡suelta mis pestañas!

Pero perdemos mucho tiempo, mujer

en discusiones tan absurdas

que el oscuro incendio de los besos

así de pronto se consume.

Ocupemos , amor, nuestros fantasmas

para deshojar el estacionario perchero

que con su suave paso me hace preso

de su rutinal marcha de otoño y máscaras.

Crucemos la pluma ardiente de los deseos.

No me grites la verdad , mi rostro se consume

las palabras se estrellan con mi máscara

la máscara se deshace entre mis veintiún dedos

llena de grises, pocas y otoñales mentiritas.


jueves, 20 de marzo de 2008

La última mierda que te escribo.

Sale ruido apretado
de una colmena de cintas.
sale, sale, sale, sale
como un escándalo agrio
embotellado y perezoso.

Cruzo la pierna y te espero,
prendo un cerillo y te espero
subo la música y te espero
abro a Melo y te espero

Sube una ráfaga de olvido hasta mis ojos.
Ya no suena Chopin, ya no suena Miles
ya no suenas tú.
Sale el ruido a apretado
condenado a pudrirse entre mis manos

cae el ruido y te espero
cierro a Melo y te espero
soplo el aire y te espero
aparece la vida entre mis manos y te espero

Silencio!

olvídame, como esas notas tercas que se niegan a silbar!
olvídate, "corpus add", del último monzón.
olvídala ya, Dios, que este viejo se niega a tocar esa melodía...


cierro los ojos, te sueño
cierro la boca, te pienso
cierro los libros, te escribo
cierro las piernas....


me toco.

lunes, 4 de febrero de 2008

sh.


Y con la certeza de ser alguien, reclamé la autoridad, me detuve entre sirenas, entre tambores, me paré frente al abismo, extendí mis brazos al sol. Ayer fui la plenitud del sarcasmo, hoy el chiste de un vagabundo entre las calles. Un fuerte desdén que se parece a la esquina que dobla entre el suspiro que se roban y el secuestro de la tranquilidad.
Ficción, dice mi abuelo, jamás roza la piel. Una ficción me costó una cicatriz que nunca se borrará

Perdón.

La cultura es la puta de todos.

martes, 8 de enero de 2008

Mis propósitos para el 2008

La noche de 31, sin uvas ni nada, pedí unos deseos, a la par, me puse algunas metas. Quisiera contarles un poco sobre éstas y sobre lo que realmente representan.

1.-Olvidarte. Sí, olvidarte, a ti, sí, a ti. Olvidarte como tú lo has hecho. te dije alguna vez, olvídame tú, y lo hiciste.

2.-Aprender a pedir las cosas. Véase el punto anterior.

3.- Bajar algunos kilos. Ma acordé de mi madre en aquella navidad de 1996. Con voz ufana le dijo a oda la familia que dejarái de comer...y ennumeró un sin fin de "chingaderas" que supuestamente dejaría de empacar. 10 meses después, nació mi hermana.

4.-Terminar mi tesis. Sí, espero hacerlo pronto. Si hago eso, salvo muchas vidas, sobre todo la mía. Salvaré la de mis padres, que están a punto del infarto por ver que ya tardé más de cuatro años en la licenciatura. La de mi abuela, que quiere que sea el mejor...¿? no sabe lo que seré, pero sabe que seré el mejor (sic). La de mi asesora, que si le sigo provocando corajes , pronto terminará en una silla de ruedas.

5.- Que el VI ENELL, D.F., sea paradigmático, el mejor. Eso dependerá de mucha gente, no sólo de mí. Que las pedas sean mortales, que la banda conozca cada bar de este centro histórico que resgurda tanto ogt. Que las ponencias, por fin, sean inolvidables. y que ella asista, por favor.

6.-ir a Texas. Mis amigos, saben a qué me refiero.

7.-Regresar a Guanajuato, a ver al princesa y la banda de allá, y a conocer la ciudad. No la conozco, sólo los bares...y eso que este año fui dos veces.

8.-Quererla Más. Como ella se lo merece. Me perdona, me cuida, me preocura. Este año se fue y volvió, este año espeor que no se vaya, de nuevo.

9.-Comprar esa edición del Farabeuf. Sí, la de Cátedra. La primera vez que leí a elizondo, encontré una foto, muy pequeña, de esa edición. He visitado páginas, preguntado en librerías, chamanes, brujos, tarotisas , cineastas "snoob"...nadie la conoce.

10.-Utilizar, por fin, esa escuedra de platino que cuelga de la pared del viejo. Conmigo, con ella y con él.