lunes, 2 de febrero de 2009

Sin nombre

Los ayeres dejaron su curso y se volvieron hoy, mañana. El paso marcado por una percusión no encontraba destino…no había tiempo, no había nombres. No había ausencia. El paso de esfera lo descubrió del polvo. Lo dejó en mi mesa, sobre mi cadáver, sobre mi occiso. Ahí se quedó, dando muerte a cada palabra que tocaba, a cada sílaba que osaba tocar con sus dedos. Nunca lo he mirado a los ojos, siempre los excito a ciegas, con la punta de mi lengua. Ayer lo vi. Con todo. Lo toqué—por fin—hasta el fondo, y se lo puse al árbol y se llamó concreto y, se lo puse al gato y se llamó mentiroso, y se le puse al destino y se llamó infinito, y se lo puse a ella y se llamó imprescindible, y se lo puse al cuento y se llamó corto.

7 comentarios:

ella la que escribe... dijo...

oiga necesito ver a la banda y no sé nada de ustedes???? qué pedo ....

Anónimo dijo...

se lo puse y no saco las chelas

Aleita! dijo...

No sé porque recordé Nostalgia del pasado y la frase de Anthony Hopkins: Lo que más tememos, ya nos paso.

Anónimo dijo...

palabras: el infinito del silencio

Rayos: el "chingada madre" del descenso

Alfredo Moreno: sálavanos!!!!


Saludos, carnal.

rapunzel dijo...

Qué onda, ya sube las fotos del Pluma

rapunzel dijo...

Sí, acepto.

Bri dijo...

Y yo, sigo esperando un nuevo post!! ya! deje que las letras brinquen otra vez ante la luz!!

saludos desde el país de las puntuaciones mi queridísimo cicuta drinker!