La vida no da lecciones, no es un sabio aleccionador que se ocupa de reprender los improperios de la pubertad existencial. Sin embargo se encarga de poner gente en nuestro camino, gente lustrosa y que cumple su efectiva función.
Desde hace mucho tiempo encontré una persona, uq em enseñó que lo mejor de la vida no son las borracheras cuasimortales, sino poder sentarte en la mesa de un café a beber 7 tazas de un descafeinado que sabe más a las lúgubres pociones que hace mi vieja, que a un verdadero café. Me enseñó que el color gris y el verde se ven bien, siempre y cuando tengan ese matiz en medio.
Me enseñó que ver una película puede ser lo más divertido del mundo...
en fin creeo que no soy bueno escribiendo así, pero sin duda...como decía mi bein amado Elizondo...somo la jsuta media entre lo que aparentamos y lo que queremos ser.
Gracias, Rita...por tu honestidad y transparencia , comprensión y cariño...
Gracias, Ada... por el café Danés en la Juárez.. me sirvió mucho volver a tener a mi carnalita cerca.
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1 comentario:
hola amigo, hace un buen que no lo veo conectado. Claro que chupar hasta morir no es lo más divertido, menos cuando recuerdas lo que dijiste o lo que hiciste e nla borrachera. que feo eso de andar de mala copa. espero verlo pronto carnal.
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