martes, 19 de agosto de 2008

Capricho X. Soledad


La migala discurre libremente por la casa, pero mi capacidad de horror no disminuye.
Juan José Arreola, “La migala”.




Suave y con gracia se pasea por la habitación
con esa precisión que le da no estar borracha.
Me mira. Se toca.


Roza la pared con sus dedos níveos y
rechina los dientes en la almohada.
Astuta, embustera.


Tiene una vajilla con su nombre
Mientras desayuna un trozo de mí, escucha a Rooster Frost.
y su escándalo levanta los vecinos.
Ruidosa, tragona.


Camina entre las paredes de mi cuarto
me espera por las tardes con un buche de café
amargo, como ella,
que pasa las tardes leyendo insoportables levedades e inmortalidades
infame como yo sin ella.


Llega la plutónica veleidad, y ella está de nuevo recorriendo el pasillo.
¿Direlo? ¿Te amo?
Le diré que su presencia me arrulla en las madrugadas,
que el escándalo de sus pasos es la sinfonía más dulce
que sus dientes son los agentes de Gabriel
y que ya no me siento solo desde que ella se mudó conmigo
amarga, astuta, embustera, ruidosa, escandalosa
como yo.

domingo, 3 de agosto de 2008

Ser poeta no es un logro (o el poema abandonado)



Y recordé el poeta de los cadáveres zurdos

Y recordé un tú, Edmundo, de exquisitos malsabores

¿eres tú el de los poemas de Ella?

Imaginé que no sabías que eras tú, un saltimbanqui

Un hombre que viene en procesión

un libro con bisagras de latón


Tú, rabo de piedra, armado de tinta hasta los dientes

marchando hasta la tumba.

Ser poeta no es un logro

Ser Edmundo no es un logro, tú.


Eres un sincero fanfarrón

Un farsante que sabe los versos de Becerra

que cita en las juntas y tertulias

a los cisnes más tristes de la noche de alas.

Ser poeta no es un logro, laureado trovador

Pensé en la rima a/b/b/a y en los endecasílabos

“sin mí, sin vos y sin Dios”


Pensé en lo grotesco del poeta tirado en los cafetines

En el fondo de la taza

[que se retuerce entre comitivas de porcelana blanca

¿Eres tú, Edmundo, Poeta de erratas?

Ser poeta no es un logro, Edmundo.

es una condena.