jueves, 9 de agosto de 2007

Esta noche





Esta noche le hablé, no le importó.

No le dije te queiro, no le dije te extraño, no le dije ven, no le dije por favor, no le dije que me hablara, no le dije que detuviera esta burla a mi corazón atómico. No le pregunté si me quería. Le pregunté si sus noches eran mías. Esta noche quise salir corriendo con el alma a cuestas y decirle no más, abrazame, bésame, no sueltes mis manos. Pero no, esta noche es para callar, como la última. Esta noche es para pensarla de nuevo, para decirle que mis lágrimas no son suyas, sino son de esta noche tan plateada y hermosa que me ha hecho olvidarla.
Quuiero buscar mi reloj de pulsera, mi credencial, mi edición de "Caldo de pollo para el alma", mi nube favorita, mi gato, mi pestaña, mi clave de sol, mi genio de los tres deseos, mi verano que se robaron.

Esta noche no puedo más que pensar y escribir, sólo un poco, sobre esta plutónica velada, sobre los caprichos de paganini, sobre el nocturno a rosario, sobre el aullido famélico de los perros que se aparean en la puerta de mi casa. Esta noche no habrá más palabras, espero verla, y que mañana me diga todas las cosas que se escriben en las páginas de pergamino que decidió quemar. Espero, sólo esta noche, la de mañana no sé.
La bolsa de mi madre está tan vacía esta noche, la sonrisa del viejo parece de un cartón delgado y tenue que se deshace con un poco de agua. Heredé un vaso vacío de aquel hombre que no conocí, pero que amé como un padre. buscaré los papeles esta noche, reclamaré mi vaso. Dónde puse el acta. Dónde está el encendedor, la caja de cerillos, el cigarro que empecé a fumar hace un mes.

Me senté a terminar un poema, poesía, letrilla. No pude.

sólo me quedó transcribir algo:

No permita la virgen que tengas poder
sobre lágrimas, egos, haciendas,
cuando labios sin ánima quieran querer-
te al contado liquida la tienda.

No te pases un pelo de listo, no invier-
tas en cristos, no te hagas el tonto,
las hogueras a primera vista cuché
de revista, se apagan bien pronto.

El caballo de Atila no sabe trotar
sin hallar azulejos silvestres,
los vencejos con ánimo de molestar
coleccionan estatuas ecuestres.

Cosas de quita y pon,
mariposas de sangre marrón,
carnavales en los arrabalesde mi corazón.
La belleza es un rabo de nube
que sube de dos en dos las escaleras,
un carné exclusivo de socio
del pingüe negocio de la primavera,
un barril de cerveza que mata de sed,
un melón con pezón de sandía,
un espía enemigo, un contigo al revés,
un ombligo de bisutería.

Cosas de quita y pon,
mariposas de sangre marrón,
no me quieras querer,
no me quieras matar, corazón.
Cosas de quita y pon,
mariposas de sangre marrón,
cardenales en los funeralesde mi corazón.

No permita la virgen que tengas poder.

Joaquín Sabina

9 comentarios:

Pesadilla dijo...

-Cosas de quita y po...- Mientras el monstruo canta por algún lugar que se pueda reconocer como boca, el bebedor lo observa, otra vez, silencioso, herido y no hace más que fumar, un cigarrillo al mes.

-Deja de robarle dinero a tu madre de la bolsa, rellena ese vaso de memoria y siéntate a platicar, ya se quemarán los perggaminos otro día.

-No, seguire haciendo silencios estruendosos, hasta que puedan expresar lo que no debo decir

-Como quieras, pero el día que te venga a buscar la muerte deberás estar tras la barra del bar.

-Aquí estaré, solo, para que nos vayamos juntos de la mano

Una estruendosa carcajada se mezclo con el canto del monstruo, sonaba en dos orificios diferentes cada sonido y el alcoholico lo miró extrañado

-¿Qué pasa?

-Que la muerte no te llevará si estás solo ¿Qué placer hallaría en eso? Ella vendrá por ti cuando sonrías por alguna razón y estes dispuesto a seguir viviendo, pero, si te sirbe de algo, vendre a esperarla contigo, y con suerte, me tome la mano con sus fríos y delgados hueso, me observe con las cuencas vacías y me bese en la frante, diciendome "hijo mío he venido por ti", entonces te dejará en paz, perderas un cliente pero seguirás aquí, sonriendo en la melancolía.

Un nudo en la garganta, que se pasa pronto con cicuta, atravesó las palabras del sueño del bar, pero con su discresión tan inexplicable sólo pudo sonreír y decir:

.Que así sea, salud!

ella la que escribe... dijo...

quizá ella quedo en silencio, quizá no pudo decir nada más, quizá esperaba que tú se lo dijeras o que llegaras a su encuentro... eso nunca lo sabrás ahora escondete en la noche y vuelve a soñar... con ella, con su carisma o su mirada... y así despeja tú alma...

Cicuta drinker dijo...

Y se abrió la puerta. La tremenda fuerza de sus quejidos derrumbo la sonrisa que escapaba de sus lánguidos labios.

-muerte para mí?
-claro, para ti
-No, no hay nada que me conmueva más que un monstruo carcajenadose de miedo, por la terrible soledad que lo embriaga.
-di lo que quieras
-No hay nada que decir
-tu silecencio es abobinable
-mi selncio no es mío.

La ventana del bar azotó.el vaso siguió perdido como una metáfora inefable que nadie, por muy ah doc que se presente puede rellenar.
La muerte no se lleva a los ingratos, esos los deja vivir, los deja sonreir.
Alos bebedores nos lleva como amantes fugitivos, la uerta que es celosa y es mujer, se encapricho con él, yo lo llevo a vivir siempre con ella....


Quizá su silecnio no permite tocarla, no me permite acercarme, no me permite decirle, sentirla...
La noche no es abrigo. No debo soñarla. No.

Atilio Anselmi dijo...

...para qué esperarla si tienes tu propio bar para encontrarte.No es un bar cualquiera, hay cicuta ¡cicuta!

Ada Pantoja dijo...

A nadie le gusta Sabina...

Cicuta drinker dijo...

a mí me gusta Sabina!...yeahs...

Pesadilla dijo...

A mí me gusta Sabina!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Cicuta drinker dijo...

siempre es beno tener un compañero de juergas.

Karina Falcón dijo...

La muerte y no permita la Virgen... Esa una de mis letras favoritas. Tal vez, tambien recuerdo algo de peces, algo de ciudad, algo de ciudades...Ya ya. Espero te haya ido excelente en Guanajuato. Un beso!