martes, 31 de julio de 2007

Por extraño que parezca...



Algunas cosas, si bien me decía mi madre, no pasan porque no es su momento. Pero me pregunto si mi madre, en toda la sabiduría que sus años le dan, puede aconsejarme sobre ella. Sí, sobre ella. Algún día llegaré y le diré "mamá, algo ocurre en mi vida" y ella dirá "no mames". Ese será el consejo más útil del mundo; yo dejaré de mamar con eso, y me dedicaré a estudiar, lavarme los dientes, limpiar mi librero, coser mis pantalones y lo más divertido de todo, tenderé mi cama.


Eso haré, tenderé mi cama una y otra vez. Buscaré entre las sábanas sucias el consejo que ayude a no retroceder ni un paso, a no buscarte, a no llamarte, a entender que todo fue un juego, que me aposté y perdí. Ja. Suerte la mía que acaba por descender ante un malintencionado puñetazo en la mejilla. Por fin, a pesar de todo, somos amigos. Amigos que platican, que hablan por teléfono, que saben de sus soledades, pero que nunca podrán hacer nada para remediarlas.

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Ayer fue un buen día. El sol no insistía demasiado sobre mi cabeza y ella no había aprecido desde el fin de semana. Caminé por horas, me detenía en todas las tiendas fisgoneando los precios que tenían las etiquetas de color brillante, las de descuento. Lo mejor de caminar sin comprar nada es que puedes alardear en voz alta "está feo, con razón está en descuento". Seguí caminando hasta el metro y saqué el boleto de aniversario. Vi como el policía hiso una mueca a una señora que cargaba con dos bolsas negras llenas de ducles y chicharrones, mientras pasó con su tarjeta. La señora caminó junto a mí, quizá, diez pasos. Cayó, bueno, voló por las escaleras. Otra señora la levantó, no podía ni con su propio cuerpo, menos con otra señora más rolliza que ella. Pasé junta a ellas y fingí preocupación. Una niña me miró con inquicidora intención. Le sonreí y le extendí la última paleta que me quedaba en el saco. La tomó y le dijo a su mamá. Ella, como era lógico, trajo un policía. Me llevó a la calle.

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Por fin hablé con ella. Le dije que tuve un buen día. Ella sonrió. Le dije a mi madre que me sentía cansado y que dormiría toda la noche (eso decimos en la cena para que nuestros rencores no sean tan fuertes), le dije que no me pasara llamadas antes de las nueve de la mañana. Diez en punto. Sonó el estrenduoso timbre de un despertador lejos de mi cama. Lejos, tan lejos que parecía mensaje divino.Me levanté.

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Le llamé otra vez. Le dije que estaba enamorado, me dijo que no sabía qué hacer, le dije no digas nada, me dijo ya me harté, le dije por qué, me dijo no sé, le dije te quiero, me dijo nerver more. Colgué la bocina. Le volví a llamar, me dijo qué quieres, le dije a ti, me dijo no, le dije sí, me dijo colega, le dije no, me dijo sí, le dije por qué, me dijo porque sí, no dije nada.Suspiré, es como decir chale. Me dijo adiós, le dije espera, me dijo para qué, le dije ¿no me quieres?, me dijo no sé, le dije no te vayas, me dijo sí, le dije no me haces daño, me dijo sí, le dije no, le dije qué quieres, me dijo paz, le dije adios, me dijo has lo que quieras, le dije te quiero, me dijo nerver more. Le dije ¿no te importo?, me dijo sí, le dije entonces, me dijo vete, le dije por qué, me dijo por que no te quiero, le dije ¿segura?, me dijo sí, le dije no, me dijo sí, le dije por qué, me dijo no entiendes nada, le dije no explicas, me dijo me da hueva, le dije ja, me dijo no más, le dije perdón, me dijo perdóname tú, le dije no, le dije tú, me dijo tú, le dije vuelve, me dijo nerver more.


La llamaré mañana y le diré hola, le diré amiga, le diré cómo estás, le diré todo, incluso, le diré la verdad.

Eso haré, es lo mejor, a pesar de que mi madre diga que no mame. Ja.


Saldré a caminar, veré etiquetas de descuento. Quizá mañana sí compre algo.
Si compro algo, quizá suceda algo distinto, repetiré la hazaña, le volveré a pagar a las señoras, a la niña y a la madre, al policía. Cuando llegue le hablaré, me dirá te quiero, le diré yo también, me dirá ven, le diré ahí voy, me dirá no me dejes, le diré never more.

10 comentarios:

Estercity dijo...

Gracias por pasarte por mi blog.
No sé cuales son los aretes que le gustan a tu amiga.
De momento no vendo pero quizás lo haga más adelante.
Lo único que se me ocurre es que se los hagas tú ¿ te atreves?

ella la que escribe... dijo...

que risa me daría ser la participe de este relato... pero en fin es ficción y en el mundo de las ficciones no existo, bueno sólo en el de los enigmas de Hernán Silva, were ever??? "Perdiste tú oprotunidad", de escribirle algo al mundo real.

Cicuta drinker dijo...

No, la oportunidad se fue, cuanod decidiste salir de mi vida.

ella la que escribe... dijo...

nunca saldrás de la vida de nadie a menos que lo desees con toda el alma...así que sólo tienes que desearlo con el corazón, las entrañas y el pensamiento para perder las oportunidades.
Por cierto, si yo hubiera sido la portagonista de dicho desencuentro tendrías que anotar más groserías, insensateces e intolerancia, pero ella es linda y si no sabe lo que quiere es por qué es muy joven e insegura aún....
Así que dale el avión, mandala a checar su email y después dile me caes muy pero muy bien y seguro va a sonreír.

Pesadilla dijo...

Tiro los dados y sale un par de unos, saco cuatro cartas y tengo el 3 de espadas, el cuatro de trébol, el seis de corazones y el nueve de diamantes, en fin, una porquería. Mejor le doy un trago a la bebida que me pide mi compañero, ese que ayer salió a observar descuentos, regalar paletas, ser discriminado por buena persona

-Amigo, retirate del juego, deja las cartas y no pierdas más tu tiempo y dinero- fue lo único que pude decirle. ël sólo me miró con una ligera sonrisa arrogante, asintió con calma y no me hizo caso... al final no lo culpo, yo hubiera hecho lo mismo

Cicuta drinker dijo...

Po extraño que parezca, la bebida no era mía, era de él, el de enfrente. el que sacó una corrida, el que fuma sin mirar a los ojos.

El monstruo estira el fuego, mi mano roza la llama, mis dedos se queman. no me duele. Ja.

Daniela, yo no he decidido, las decisiones las tienen todos, yo no he tomado la mía, y tú?

Ada Pantoja dijo...

Orale, qué chisme ! Quién les dijo que el blog es para ventilar cosas privadas? (y qué lo diga yo!)

Es una gran ficción -inspirada en el chocorrol cotidiano me atrevería a decir?- me gusta la parte de "le dije y me dijo", ardorosamente musical.

Cariños, Carnalín.

Cicuta drinker dijo...

Carnalita! gracias ...deuda saldada.. yeah!

Aleita! dijo...

De lo que se viene uno a enterar. Mira que me encantó la entrada y entre la voz de ella y él me perdí, como dice Ada, en lo musical que fue.
Seguimos esperando mi muy estimado...

Cicuta drinker dijo...

Esperaremos hasta que el riguros luto sea piel de la gente que amamos. Es más fácil prever el futuro que escapar de él. sin duda, mi muy estimada.